Consejos para mimar la ropa y que luzca con los años como nueva

Una ropa bien cuidada marca la diferencia entre una persona que desea ir impecable, y otra a la que no le importa demasiado este aspecto. Pero para conseguir que las prendas se mantengan en el mejor estado posible con el paso del tiempo, es fundamental seguir una serie de pautas. 

Tanto unos jeans de Salsa como esa prenda que lleva años en el armario y a la que se tiene tanto cariño, merecen toda la atención. La pregunta es, ¿qué hay que hacer para que la ropa siga casi como nueva durante todo su tiempo de vida? Lo vemos a continuación. 

Cómo guardar las chaquetas y cuidar los abrigos.

Estas prendas se deben cuidar hasta el extremo, ya que se utilizan a diario en invierno  tienen un contacto directo con el exterior. Uno de los géneros más especiales es la gamuza, siendo recomendable guardar las chaquetas con una protección, por ejemplo algún tipo de funda.

Por otro lado, el paño es el que más sufre al entrar en contacto con otras prendas. Para eliminar las pelusas y bolitas de los abrigos, lo mejor es ponerle cinta de papel o adhesiva y quitarla suavemente. 

Las prendas más delicadas: las de lana, hilo, angora y punto.

El problema de estas prendas es que es muy fácil que se enganchen, de modo que empiezan a perder el camino del hilado. La utilización de pulseras o anillos, o simplemente las uñas, pueden provocar roturas en estas piezas. 

En muchas ocasiones, se comete el gran error de recortar con unas tijeras aquel hilo que sobresale de estas prendas. Algo que en ningún caso se debería hacer, porque la rotura se puede abrir aún más. Lo mejor es valerse de una aguja de coser, y volver a colocar el hilo en el interior de la prenda.

Camisas blancas que se vuelven amarillas, ¿cómo evitarlo? 

Todo tipo de camisas de color blanco son propensas a volverse amarillas, especialmente en la parte del cuello y las axilas. Esto se debe principalmente al uso de desodorantes y antitranspirantes. Por otro lado, en el caso de los hombres, el roce con la barba, y la utilización de maquillaje en las mujeres, daña también el cuello de estas prendas.

Se deben lavar en lavadora, si bien algunas telas especialmente delicadas, como por ejemplo la seda, se tienen que lavar a mano. Con respecto al planchado, un pequeño error en la regulación de la temperatura puede provocar una rotura o un agujero en la camisa, quedando inservible. Razón por la que se recomienda poner un paño sobre la tela a la hora de proceder a su planchado. 

Cuidados especiales para la lencería.

Este tipo de prendas están en contacto con la piel directamente, por lo que es fundamental lavarlas bien, o el cuerpo podría sufrir una reacción alérgica de pronto. Los sujetadores con relleno o push up se deben guardar en un cajón, uno detrás de otro, para que no pierdan su forma.

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